No silla,
No Problem:

Lo que me pasa cuando voy a Noches de Cortos

Fue la tercera vez que se me olvidó traerme la sillita de playa, pero también fue la tercera vez que no me importó. Todas las Noches de Cortos han sido así, tan pronto entro a Pal Despecho, la buena vibra me atrapa y me acoge. Luego de las primeras tres Noches de Cortos, te voy a contar cómo ha sido venir a este evento cada vez. Primero déjame describir el lugar para que tengas una idea: todo se siente como una terraza al aire libre.

Cuando haces el check-in en la entrada y te pones tu name tag para el networking, te encuentras con un jueguito de sala de lo más cozy a la izquierda; mesas y sillas a la derecha. Abanicos ventilando aire fresco por todas partes. Luego a la izquierda una barra grande y cómoda, como me gustan, y de frente una pared con un rótulo de neón que dice Pal Despecho, donde también hay un love seat super cómodo en el que me senté la Noche de Cortos del Día de la Tierra, el 22 de abril. Entonces hay una salida a la derecha hacia un espacio abierto, al aire libre, donde la gente se acomoda para el show.

Lo primero que hago cuando llego a la puerta es recordar que no me traje la sillita de playa para acomodarme en el mismo medio de ese patio interno, donde hay una pantalla gigante y un stage en el que se presentan los cineastas de la noche.

Pero lo cool de Pal Despecho es que, además de esa mega pantalla, “adentro” hay monitores por todas partes (como que es un karaoke bar), así que los cortometrajes de cada Noche de Cortos se pueden apreciar desde cualquier parte de este lugar.

Mi lugar favorito (cuando se me queda la silla…) es en la barra, porque pido mi cerveza en cualquier momento sin tener que pararme jeje, smart. Luego de que Lalo, host y creador de Film Nights, saluda a la audiencia y presenta los cortos que veremos, en pantalla aparecen timers de un minuto antes de que empiece el próximo corto. Cosa que me encanta porque da tiempo para terminar cualquier conversación que esté pendiente.

Cuando empiezan los cortometrajes yo quedo hipnotizado, como cuando voy al cine en el mall, pero mejor, porque estoy ahí, entre los cineastas que produjeron esas obras de arte.

Pero más allá de eso, cada cortometraje que he visto en estos eventos me resuena más que cualquier película de Hollywood. La magia del cine es, en parte, esa sensación de sentirte identificad@ con los personajes y las situaciones en que se encuentran. En Noches de Cortos, eso me ocurre al nivel más profundo.

Con cada corto estoy viendo una parte de mí reflejada en esa pantalla, enseñándome un nuevo umbral de orgullo por mi historia y mi cultura.

A veces lo siento como un reflejo de mi dolor y tristeza por la situación de P fucking R, como el documental La Esencia del Conflicto, de Gabo Ramos

Pero también de lo mucho que amo a esta tierra y a la gente que vive en ella, como cuando vi En Duda Siempre a la Izquierda de MonoVisión, Combinación Pepper Pollo con Tostones de Java Santiago, o Histeria Colectiva de Uni Marie.

Yo no sé si existe otro jangueo como este, donde uno viene a mirarse en el espejo del cine local, sin sentir que estos cortometrajes están producidos para competir.

Si lo hay, ¡déjennos saber! Estoy seguro que Lalo va a querer promoverlo y yo también.

Mientras tanto, hay Noches de Cortos pa buen rato. 

Lo más probable, la silla de playa se me va a volver a quedar, porque es que yo me conozco, pero no me quiero perder ni uno de estos eventos. ¡Y tú tampoco deberías!

Así que, ¿te veo en el próximo?

-@mandeeei

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